viernes, 4 de julio de 2008

El Tuerto del Otro Lado (2ª Parte)

Él se metió rápidamente en el baño cerrando la puerta tras de sí. Mia se quedó estupefacta, se encontraba en medio de la habitación sin saber qué hacer. Pensó que estaría preparando algo así que decidió echar un vistazo por la habitación.
Era una habitación de hotel normal, su cama, su armario, su par de mesitas de noche. Dentro de los cajones de la mesita de la derecha había una Biblia...
Un momento, ¿una Biblia? ¿de qué serie americana había salido esa habitación? - pensó. Además en el cajón de abajo había un paquete de 12, 12 condones... muy optimista tenía que ser el dueño. Después trasteo un poco la mesita de la izquierda pero en seguida perdió el interés por aquellos muebles carcomidos. Siguió su escaneo particular por la habitación y observo algo fuera de lugar. En un rincón había un escritorio con un ordenador. Eso para Mia no era usual en una habitación de hotel. Además había algo sobre la pantalla del ordenador que no veía bien. Era pequeño, negro y...
¡Zas! Tiempo suficiente para ver cómo se cerraba la puerta del baño, Antonio, se echó en la cama y pidió a Mia que le acompañase. Al echarse pasó dos cosas que a Mia le resultaron bastante inquietantes.
La primera fue que la cama crujió a más no poder, cosa normal por otra parte. Y la segunda fue que tras repasar la anatomía de Antonio vio que no había rastro de ese supuesto tatuaje que había visto. De todas formas se le olvidó en seguida y supuso que había sido producto de su imaginación. Desde que se habían cruzado todo parecía ser un sueño, muy mecanizado. Ella lo hacía todo como una máquina, podía pensar, podía sentir pero era como si sus pensamientos y acciones hubieran sido programados. Antonio había comenzado el ritual de apareamiento normal entre los humanos. Mia parecía disfrutar mucho pero durante un momento fugaz se le pasó una imagen por la cabeza...
Se comenzó a sentir débil, más y más débil. Se fijó en el aparato que había visto antes encima de la pantalla, ahora tenía una lucecita roja. Ahora que estaban del revés en la cama podía verlo mejor. ¡Era una webcam!
¡Lo sabía! Se tiró rápidamente de la cama y se abalanzó hacia el lado izquierdo, allí abrió el primer cajón y sacó una botella. Antonio que todavía no se había percatado de la situación se quedó estupefacto en la cama, preguntándose qué estaba pasando. Mia le miró con rabia en sus ojos, abrió la botella y vertió el contenido encima del tipo aquel. Éste empezó a agonizar de dolor llevándose las manos a la cara. Mia tenía el corazón a mil por hora se había quedado en blanco.
Segundos más tardes las lamentaciones de aquel hombre se volvieron risas, carcajadas. Mia observó que le había desfigurado completamente y se percató de un olor a carne quemada bastante desagradable. Era lo que había temido desde un principio, pensó que al haber estado tres años sin probar nada iba a tener la suerte de encontrar alguien decente, de demostrar que las mujeres no tienen que avergonzarse por tener unos kilos demás. Kilos a los que nunca se había acostumbrado, no verse los pies le mataban el alma.




En fin, una tenía que hacer lo que tenía que hacer. Tras observar que el efecto del ácido había pasado apenas desapercibido por aquel hombre, sacó del otro cajón unos papeles con signos y varias frases ilegibles, ilegibles excepto para ella. Mirándole detenidamente comenzó a recitar:

"Incubare desine!

Exîs de hic corpus per saecula saeculorum... ego te expello!!!"

Durante el rito comenzaron a formarse unos signos en sus brazos, unas letras... "Vitas erat aeternum" . Antonio no se lo esperó y se volvió ceniza mientras trataba de saltar por la ventana. Mia se dejó caer en la cama, notó el crujido de ésta y decidió que ya era hora de volver a su forma. Así lo hizo, se mutó a la chica de 18 años que era. Algo escuálida y poco desarrollada pero no tan pesada como Mia, ahora podía ser ella misma. Ahora era Miranda, estudiante de bachillerato, morena con el pelo rizado pero con ciertos poderes sobrehumanos. Volvió a echarle un vistazo a la habitación y vio que la luz que antes había estado encendida sobre la pantalla ya no estaba, tendría que averiguar si había alguien al otro lado pero eso ya era otra historia.



FIN

8 comentarios:

Natsumi dijo...

No tenía pensado ese final pero como "el final" que tenía pensado era larguísimo pues a tomar por culo. Eso es lo que hay. Ahora si queréis a echarme agua, que siempre refresca un poco :D

Sr. Calavera dijo...

Na, agua no, tranquila. No es el tipo de literatura que me gusta, pero no lo has escrito mal del todo.

¿Porque tanto porno Cris, que pasa en calle la unión?

:P

Calamidad Ambigua dijo...

Mmmm está bien escrito, aunque algunas frases me dan que pensar:

"Antonio había comenzado el ritual de apareamiento normal entre los humanos" jjeeje

"Antonio no se lo esperó y se volvió ceniza mientras trataba de saltar por la ventana."

Teniendo la cara quemada por el ácido, ¿como pudo llegar a la ventana?Cuando te quema algo lo normal es buscar agua.

"Tras observar que el efecto del ácido había pasado apenas desapercibido por aquel hombre"

¿Cómo que pasa desapercibido?

Esto, para que veas que me lo he leido pero bien.

Un becho pelona

Natsumi dijo...

Mmm... a ver, ¿no te has dado cuenta de que no era humano? Quiero decir, se vuelve ceniza después de que la tipa diga una chuminada típicaza en latín.

Respecto a lo del ácido: "Segundos más tardes las lamentaciones de aquel hombre se volvieron risas, carcajadas." En un tío así no es tan anormal no buscar agua XD

Se rie, pasa bastante desapercibido.

A ver, el tipo en cuestión liga con una gorda que lleva tres años a pan y agua. Además, la tipa se siente como en un sueño y mientras están en el lio, se va sintiendo cada vez más débil...
¿A qué te suena? ¿qué podría ser el tiparraco?

Saludos!

Calamidad Ambigua dijo...

Pues...mmm... a la peli sonámbulos?? él se liga a tías y las quita el alma. Y el tatu podía ser de pega.

Y a Terminator, con los chips ahí vistos y el ojo.

aLi dijo...

que tía, yo tb me qiero convertir y esas cosas!!

Bien señorita Cristi :)

Natsumi dijo...

A ver, el final es una fumada. El tipo en cuestión es un íncubo, d'accord?
La tipa es una especie de Buffy chunga que no sólo sabe pegar patadas y dejar que la secuestren cada dos por tres sino que puede cambiar su masa a voluntad. Para que el jodido íncubo se fijase en ella la tipa tuvo que estar tres días sin probar "canne", ya que se mete en el papel porque ella es mu entregá,oki?
Para cualquier otra aclaración MasterCard, digo... aquí estoy.

Natsumi dijo...

Se me olvidaba:

Barbas, tú ves porno en todos lados ¿qué tiene mi relato de pornográfico pichita?

Duff, gracias por lo de que está bien escrito, me ha faltado aclarar el tema pero bueno de los errores se aprende.

Ali, yo también quiero ser una cambiaforma pero hasta ahora la única masa que puedo cambiar y dar diferentes formas es a la de mis mollas y esas no son tan vistosas XD